Close up o el interior resiliente

 

La intervención realizada tiene como punto de partida una planta de Diente de León que crece en la entrada de la tapera en la que trabajó la artista. Esta planta goza de gran adaptabilidad por lo que es sumamente común observarla en diferentes entornos.

​

Para ingresar a la tapera, el espectador tiene que esquivar esta planta, si es que de hecho repara en ella y no la aplasta. Una vez sorteado este obstáculo se encontrará con que la obra que se desarrolla en el interior de la tapera no hace más que remitir a ese yuyo insignificante. Sus diferentes órganos y fases se reproducen y despliegan como ecos resonando entre el suelo y las paredes de la sala. Lo que se puede ver es en definitiva lo que tendemos a no ver; lo irrelevante se vuelve central, lo “extraordinario” es lo ordinario, y la narrativa se desplaza de lo antropocéntrico para dar lugar a una forma de vida no humana.

​

Así, este trabajo nos invita a mirar con mayor profundidad lo que solemos pasar por alto, a acercarnos y ver de cerca lo que crece justo dentro de donde nosotros creemos habitar.

​

*Obra sitio-específica desarrollada en el marco del Festival de Arte CAMPO en Pueblo Garzón, 2021.